-Mírame.
-No puedo hacerlo.
-¿Por qué?
-Porque sé que me amas y sabes perfectamente que yo también te amo. Pero debo irme...Entiéndeme a mi también me cuesta hacer esto.
-Pues por favor...No lo hagas. Perdóname, perdóname por no haber controlado mis ansias por tocar otro cuerpo y besar otra piel. Estaba borracha...
-Eso no es excusa. Te voy a olvidar te lo prometo. Ahora, olvídame tu.
-Jamás podré olvidarte...Siempre puedes volver.
-No volveré...Te prometo que te recordaré siempre como lo mejor que me pasó en la vida.
-Eso duele.
-Nadie dijo que no doliese.
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